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Pilar Ordoñez (actriz)

VIAJES

El cairo y Viaje al Sur

El cairo y Viaje al Sur

Hace un montón que no escribo, pero resulta difícil sacar el tiempo para algo que se hace de una manera lúdica. Es como si todo aquello que no está remunerado fuera perder el tiempo.Ahora tengo otro blog, este nuevo compartido con todos los integrantes del programa “Viaje al sur” en el que llevo desempeñando las labores de presentadora desde hace más de un año y por el que prácticamente no he tenido tiempo de escribir nada, ya que lo grabo en Andalucía y por consiguiente siempre estoy viajando. Pero aparte de estos pequeños desplazamientos, en este último año he hecho otros viajes más largos: Estuve en El Cairo con Ferrr, flipándolo  con todos los templos, pero sobre todo con el Nilo, creo que de ese viaje fue lo que más me impresionó. Sus aguas tienen una energía tan espiritual como milenaria, o quizá una cosa es consecuencia de la otra.Un atardecer navegando por el Nilo en una Faluca con una cervecita y como única compañía tu pareja, es prácticamente todo lo que le pido a la vida.También fue impresionante visitar las pirámides. Cuando estas tán cerca, te resulta imposible entender cómo pudieron construirlas en aquella época con piedras inmensas que pesan toneladas. Y sin embargo allí están sobreviviendo a los siglos, a los humanos, a la climatología….Ferrr, decidió entrar en Kefrén, y yo preferí dar una vueltecita alrededor de Micerinos, pues años atrás, en las catacumbas de Roma, me di cuenta que tenía claustrofobia.La sensación de paz interior y relajación que experimenté en ese momento fue increíble. Sin embargo a la salida de la pirámide, Ferrr me contó que cuando estaba dentro y encorvado por un pasillo angosto se fue la luz, y tuvieron que esperar en fila de a uno, toda la gente que estaba allí dentro hasta que la luz volvió. Por lo visto solo fueron unos minutos en los que pudieron alumbrarse gracias a los teléfonos móviles, pero los primeros segundos fueron la negritud total.Creo que de haber estado allí dentro en esas circunstancias  me habría dado un pasmo y si embargo, el paseito alrededor de la pirámide más pequeña fue una sensación que no olvidaré.

SÁHARA 1

SÁHARA 1 Cuando Cristina del Valle regresó de Tinduf, allá por el año 2002, convocó a una serie de compañeras, entre las que me encontraba, actrices y cantantes. Y nos explicó la situación que se vivía en los campamentos de refugiados saharauis. Interesándonos por la causa, decidimos montar alguna acción que tuviera repercusión mediática. Ya que por aquel entonces, nos comentaban en cooperación, que el Sáhara era una causa desgastada debido a los 27 años de permanencia en el exilio.Hablamos con la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui en Madrid y con ellos pensamos que sería bueno poner más  nombres y caras conocidas ligados al tema del Sáhara, para que tuviera repercusión en los medios.Se hicieron varias reuniones en casa de Cristina, con actrices, cantantes, y periodistas para que entre tod@s, sacáramos una idea adelante. Y fue precisamente Maurilio de Miguel (escritor y periodista), quien tuvo la idea. Deberíamos conseguir un importante número de mujeres de la cultura y aprovechando las fechas de navidad que se nos avecinaban, podríamos llevar juguetes a los niños y niñas  saharauis, el día 6 de enero, festividad de los Reyes Magos. Y dado que el Sáhara había sido una provincia Española, y muchos de ellos siguen conservando el D.N.I  Español…  la idea podría ser interesante, e incluso intentaríamos involucrar a la Casa Real.Nos pusimos con los preparativos y la actriz Claudia Gravi y yo, dirigimos la grabación de un DVD, en el que incluía rostros famosos del mundo de la cultura, adhiriéndose a la causa, diciendo frases y dando datos concretos sobre el conflicto saharaui.Lo proyectamos por primera vez en la plaza de Felipe II en Madrid, en una recogida masiva de juguetes, donde hicimos partícipes a toda la ciudadanía para que vinieran a entregar juguetes, y quienes los recogían eran compañer@s del cine y la tv, el comisario, hospital central, en una gran jaima, situada sobre un montón de arena del desierto y hasta una camella (de cartón) la contemplaba.Conseguimos patrocinadores y fletamos por tierra una caravana de juguetes y por aire un avión cargado de cantantes, actrices y medios de comunicación hasta un total de 100 personas, rumbo a Tinduf.Una vez allí, fue curioso ver a los críos recogiendo los juguetes. Ponían caras extrañas, no sabían distinguir entre Miky  y Pluto. Su consumismo no había llegado a esos niveles. Sus verdaderos juegos éramos nosotras, disfrutaban estando a nuestro lado.De las mujeres saharauis aprendimos la verdadera solidaridad, amistad, compañerismo. Lo que ellas llaman twiza y nosotras complicidad.  

SÁHARA 2

SÁHARA 2 El 27 de febrero de 1976 se creó la RASD (republica árabe saharaui democrática), y por eso a uno de los campamentos le pusieron esa fecha como nombre. Allí nos hospedamos y lo visitamos. Alrededor de la escuela de mujeres gira todo el asentamiento, estudian, tienen talleres de artes, labores, peluquería, guarderías…  todos los niños están escolarizados y  cuando crecen, las madres consiguen becas en Cuba, España, Argelia… donde envían a sus hijos a estudiar y se desprenden de ellos a pesar del dolor que eso pueda causarles. Para que cuando les devuelvan su tierra, puedan tener un futuro mejor.Las mujeres han sido la columna vertebral del Sáhara, ya que mientras los hombres luchaban en el frente, ellas organizaban los campamentos y distribuían la ayuda humanitaria. De esa manera crearon una sociedad equitativa, que cuenta con sus diferentes ministerios, hospitales, colegios, huertos, sin olvidar el énfasis que ponen en la cultura que es lo que las hace cada día más libres.Te das cuenta de lo importantes que son las mujeres en esta sociedad, un verdadero ejemplo para todas nosotras. Ya que con los mínimos recursos son capaces de organizar la vida.Viven el la Hamada Argelina, un lugar inhóspito, donde el desierto encuentra su mayor dureza. Todo es piedra y gravilla mezclada con la arena. Y las dunas más cercanas están a tres o cuatro horas, viajando en  todo terreno, que es la única manera de desplazarse.Las wilayas son los campamentos o ayuntamientos. Son cuatro grandes Smara, Aaiún, Auserd, y Dajla, que en época Española se llamaba Villa Cisneros. Los nombres son los mismos que las ciudades reales en el Sáhara Occidental, para que cuando les devuelvan su tierra no hayan perdido sus raíces y puedan volver a vivir cada uno en su ciudad. Y luego otros dos más pequeños o subsidiarios el 27 de Febrero y Rabuni, donde se encuentra el gobierno y se utiliza para protocolo.Las Dairas son los distritos y se dividen en barrios numerados del uno al cuatro. Allí se sitúan las jaimas y viviendas de adobe, donde es necesario conocer el nombre de la madre si quieres encontrar tu casa. El último día hicimos un concierto por la paz, intercalando música y poesía, en el campamento de Smara donde tuvimos una acogida estremecedora. Miles de niños y niñas saharauis, llevaban horas esperándonos a la intemperie, formando un pasillo para recibir a la comitiva. Iban precariamente vestidos, descalzos y desaliñados. Pero aún así nos sonreían y cantaban en castellano, pues es su segundo idioma y todos lo hablan perfectamente, Bienvenidos queridos amigos, mientras agitaban banderitas de la RASD.  

SÁHARA 3

SÁHARA 3 El primer impacto con el Sáhara, me proporcionó una cura de humildad. La escritora Dulce Chacón, que viajaba con nosotras y un año después de este, emprendió el gran viaje, me decía continuamente una frase que incorporé inmediatamente a mi vida: Pilar, siempre puede haber menos. Cuando estás en los campamentos esa frase la vas poniendo en práctica a cada rato. Si te parecía que dormir sobre una colchoneta era duro, al día siguiente viajabas a las dunas y allí dormías directamente en el suelo. Si te parecía que diez mujeres viviendo en una misma jaima era mucha gente, en las dunas dormimos cincuenta personas juntas. Si el frío de noche te calaba los huesos en una casita de adobe con puerta, en las dunas dormíamos en una jaima inmensa y sin puerta, donde la gente se tenía que meter en el saco de otro para darse calor mutuo. Si el habitáculo que había como baño con una simple letrina te parecía poco y mal, hay jaimas que ni siquiera tienen eso y por supuesto en las dunas todo se hace a la intemperie, con una sensación de horizonte de trescientos sesenta grados donde difícilmente puedes ocultarte con nada ni de nadie. Dulce me repetía ves pilar, siempre puede haber menos. Al día siguiente cuando volvimos a nuestra jaima en el 27 de Febrero, estábamos encantadas y empezamos a valorar todas aquellas pequeñas cosas que hasta entonces nos habían hecho quejarnos.Pero nunca olvidaré el atardecer de las dunas, mientras Luís Pastor dirigía una sesión de Tai-chí dándole gracias al Sol.De aquel viaje me llevé más de lo que había dejado. El Sáhara se me había metido en el corazón. 

SÁHARA 4

SÁHARA 4 Tan sólo diez meses después, se celebró el primer Festival Internacional de cine del Sáhara (FISAHARA) en noviembre del 2003 y yo volví. Fue impresionante contemplar a los saharauis ver cine por primera vez. Y para mí fue alucinante la proyección en una pantalla gigantesca de 10m x 5m, situada al aire libre, como techo las estrellas y como butaca la arena compañera.Recuerdo la primera peli que se proyectó Nómadas del viento, las migraciones de las aves. Fue increíble la dimensión que tomaron aquellas imágenes en ese marco incomparable, las gaviotas parecían salirse de la pantalla y fundirse entre cielo, estrellas y arena.Julio Médem asistió a esa primera edición del FISAHARA, y se quedó tan atrapado por la realidad saharaui que en su última y reciente película, Caótica Ana, el Sáhara y los saharauis son parte importante de la trama principal. En ese viaje estuve con mi novio en una jaima los dos solos, y por las noches nuestra familia de acogida galantemente, se iban a otro lugar par que pudiéramos estar en intimidad. Pero a la mañana siguiente comentamos que no estábamos casados y decidieron hacernos una especie de ceremonial de boda. A él le vistieron con el típico darrá y a mí con la melhfa. Las niñas de la jaima me peinaban, me hicieron trencitas en el pelo y la madre me regaló una diadema que había llevado ella en su propia boda. Nos hicieron fotos que enseñamos a la vuelta. Inma Serrano me pregunto si eso valía aquí y yo le dije que eso no valía ni allí. En la siguiente edición del festival de cine (marzo 2005), me metí de lleno. Colaboré llevando la coordinación de los invitados y conseguí embarcar a Mercedes Sampietro, en aquel momento presidenta de la academia de cine, Lola Dueñas, Maribel Verdú, … y José Coronado, que recuerdo cómo su representante me preguntaba: ¿pero Jose tendrá un sitio claro donde vaya a dormir, a comer, a ducharse…?. Y yo siempre le contestaba: _bueno… bueno…Así que decidí hacer una reunión con todos los invitados para contarles exactamente donde iban y que es lo que se iban a encontrar. Esa reunión he seguido manteniéndola el resto de los años como algo esencial.Después de todos los preparativos tuve que quedarme en tierra por motivos de trabajo que para una actriz es lo primero e indiscutible.  

SÁHARA 5

SÁHARA 5 Cuando surgió el siguiente viaje al Sáhara me enrolé sin pensarlo, en esta ocasión se trataba de una marcha al muro de la vergüenza, creado por Marruecos en el año 1980 para dividir y aislar el Sáhara Occidental, en un intento de frenar la guerra de liberación saharaui. Impedir el referéndum de autodeterminación y poder expoliar libremente las riquezas naturales del territorio.Nos fuimos el 20 de mayo, que se celebra todos los años la primera acción armada del POLISARIO. Ha sido el más duro de todos los viajes. Íbamos en convoy y nos tirábamos entre 12 y 15 horas diarias subidos en un toyota, sin aire acondicionado. Atravesábamos el desierto a casi 50º a la sombra, camino de Tifariti, ciudad que se encuentra en los territorios liberados.En el camino paramos en Bir-lehlu, una antigua dependencia militar, para coger más agua. El calor dentro del coche era tan sofocante, que el agua se convertía en caldo en pocos minutos. Los camiones frigoríficos que esperaban al convoy necesitaban tiempo para enfriar el agua que traían, y permanecimos esperando durante tanto rato que me parecieron horas. Decidí darme una vuelta por esa especie de colegio cerrado y en una de las habitaciones vi a una familia saharaui, sentados tomando té. Había una niña de unos cinco años a la que le pregunté si tenía agua. Ella no entendía mi idioma así que se lo dije por gestos, enseguida me contestó que no tenía y yo le hice el gesto de llorar de pena. Le dije adiós y me fui.Al cabo de un rato y mientras esperábamos a que abrieran los camiones, apareció la niña con una botella de agua medio llena y por supuesto caliente y me la ofreció. Yo le dije: _¿Es par mí?, ella asintió y me regaló una pulserita de goma de las que hacen ellas mismas. Le pregunté su nombre, Fatimetu me dijo, le di un caramelo y un beso, era todo lo que tenía. Y se marchó.A los pocos minutos abrieron los camiones y toda la delegación se abalanzó sobre las botellas de agua como si realmente fuéramos refugiados.Cada vez que pienso en Fatimetu veo más la necesidad de sacar a los niños y niñas de allí en verano, a través del programa Vacaciones en Paz. Ningún niño debería estar expuesto a esas temperaturas tan extremas. 

SÁHARA 6

SÁHARA 6 En Diciembre del 2005 se planteó la idea de ver amanecer el año nuevo en el desierto. Parecía algo más tranquilo y lo único que tenía que hacer era presentar la gala de Noche vieja junto a mi pareja, Fernando Iñiguez (periodista musical). A la expedición se sumó Juan Aguirre (Amaral), y dos amigas, Inés y Montse, con los que compartimos jaima e interminables horas hablando de música y más música.Pero dispuse de tiempo para recorrerme el campamento, y darme cuenta de la cantidad de cosas nuevas que los saharauis han ido creando poco a poco.Estuvimos comiendo en un restaurante, con un único plato, ración de pollo con patatas y un par de bebidas, Meca cola o Mirinda. Nos bañamos en un Hamman, también recientemente inaugurado y estuvimos recorriendo las tiendas de la calle principal de Smara donde compramos un radiador para el coche de Castro, director de un colegio para niños con discapacidad mental.Cuando llegó la noche de fin de año, doscientas personas acudimos a la dunas y bajo las mismas inmensas  jaimas de mi primer viaje, nos tomamos las uvas al son de las campanadas que Juan Aguirre hacía sonar en un deteriorado sintetizador. No olvidaré nunca el amanecer del año 2006 en aquellas dunas. Le han seguido dos festivales de cine más. El último en el campamento de Dajla, el más lejano, el que tiene menos recursos. Y una imagen: montada en el toyota mirando hacia atrás, los niños corriendo tras la polvareda del convoy, cada vez eran más pequeñitos e iban desapareciendo como si se tratara de brigadoom, el pueblo que solo aparecía cada cien años. Y el desierto se iba tragando poco a poco las jaimas, la gente… hasta que llegó un momento que no quedaba ni rastro de Dajla. Y una voz en el cerebro:_No nos olvidéis. Y sin embargo habían desaparecido solo quedaba su recuerdo, como si de un sueño se tratara. Y lo siguiente La T4,  Barajas, Madrid. Como puede ser posible que estemos tan cerca y tan lejos. 

En este relato está implícito el sufrimiento de los saharauis en su cotidianidad y lo que es peor, La normalización del horror. No debemos permitir, dejar que países y políticos implicados en el conflicto estén utilizando a esta gente como moneda de cambio. Sobre todo porque para los que ya hemos estado allí, los saharauis no son un ente abstracto sino: Fatimetu, Somalo, Ahmed, Aminetu, Sheina, Sidahmed, Sahara, Hertru, Abdulá, Envoirik, Larosi; Brahim, Nass, Nasija, Hira, Abdelaziz, Salka, Marian, Hamudi Mariem, Mohamed, …

MIS VIAJES

MIS VIAJES

He viajado de muchas maneras: como turista, de trabajo, como presentadora, viajera, sola o acompañada, con pareja, sin pareja, con amigos, con los que creias amigos... y como activista.

Esta última ha sido la forma que más ha encajado con mi personalidad. Quizá no he conocido tanto las ciudades a las que he ido, pero me he sentido mucho más cerca de sus gentes, de sus mujeres.

Me he ido apoderando de un poco de la personalidad de cada una de ellas, he sufrido junto a ellas, al oirlas contar su trágica cotidianidad. He intentado comprenderlas, sentirlas, abrazarlas y hacerlas sonreir. Me he mimetizado y todo eso ha conseguido cambiar mi escala de valores, mis prioridades.

En cada viaje aprendo más y cambio, evoluciono... me convierto en otras. De un tiempo a esta parte soy otra mujer y espero seguir madurando, creciendo.

Estuve en Irak, semanas antes de la invasión Norteamericana. He estado en Palestina dos veces. Fuí a México con parada en Ciudad Juarez. Ni siquiera recuerdo en la cantidad de ocasiones que he tenido el privilegio de compartir jaima con l@s Saharauis en Tindouf (Argelia). He estado denunciando en el parlamento Europeo en Bruselas. Y compareciendo ante la ONU en New York.

Y en todos los lugares ocurre lo mismo, los débiles no tienen ni espacio ni foro para alzar su voz. Las mujeres palestinas me dijeron que contara lo que viera y eso es lo que voy a hacer.

 Para que nunca me sea indiferente el sufrimiento humano.

En la foto con la mayor activista. La Saharaui Aminetu Haidar